El origen de la tribu siempre está en el chico o chica de ciudad con necesidad de expresarse. De esa motivación surge el anhelo de unirse a otros, con gustos similares, y crear una red social dentro de su propio ámbito (ciudad, barrio, instituto), aparte del mundo adulto. Luego, buscarán un lugar en el que reunirse, cuyo centro puede ser la escalera del bloque, un parque o una cancha deportiva.
Esos espacios tienen tres funciones expresivas:
-de pertenencia (a ese sitio, barrio o escuela)
-de actuación (será donde se realicen las actividades lúdicas del grupo)
-de representación (de sí mismo y del resto).
El joven urbano quiere salir de la masa uniforme de la urbe. Busca su identidad, con afán de resaltar, y busca el afecto de otros parecidos a él.
Las primeras tribus urbanas, tal y como las conocemos en la sociedad moderna, se dieron a conocer en el S. XX. Antes de los años 50, se pasaba de la infancia a la madurez con un chasquear de dedos. Pero fue a partir de los años 60 cuando se tuvo en cuenta la adolescencia.
El concepto tribu remite a la nostalgia de lo antiguo, a la vida tribal de los primeros hombres, como contrario a la civilización moderna. Los antiguos clanes estaban unidos por necesidades de parentesco, económicas y religiosas.
A lo que vivimos ahora, lo llaman neotribalismo: grupos multiculturales que participan y se identifican de igual a igual, sin jerarquías. Cada grupo tiene un estilo y unos rituales propios que los diferencian de todo lo ajeno. Unidos por los lazos de la amistad, sienten la tribu como un ser vivo.
miércoles, 16 de abril de 2008
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